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Simulación y ABP impactan los resultados de aprendizaje
UE-2022-05
Jorge Martínez Bernal - MsC, PhD. - Director UME - Unisanitas
El uso de la simulación en la educación es catalogado como uno de los mayores hitos de la formación médica del pasado siglo. Principalmente en la formación de estudiantes de pregrado, numerosos estudios han demostrado que tiene un impacto positivo en el logro de las competencias, la integración de teoría y práctica, así como el desarrollo de las habilidades para el ejercicio autónomo (Wu Q; Wang Y; Lu L; 2022). Más allá de los beneficios demostrados en términos de la calidad de los aprendizajes y pertinencia pedagógica, se resalta cómo la incorporación de la simulación aporta a la seguridad de los pacientes y de los propios estudiantes; especialmente, al uso del error como fuente de reflexión y aprendizaje. Sobre la seguridad que permite el “Aprendizaje Basado en Simulación” (ABS) se sabe que no solo abarca la seguridad física de los participantes, sino también la seguridad ética y psicológica de los estudiantes. Pues el dilema generado a partir de realizar procedimientos y prácticas de cuidado, con el riesgo de generar daño a las personas, provocar altos niveles de estrés para los aprendices; y disminución de la seguridad y confianza que hace parte de la formación integral.
De otra parte, el ABS en la preparación clínica, que incorpora el uso de simuladores de alta fidelidad, materiales biológicos o los pacientes estandarizados, prepara a los futuros profesionales de la salud en aspectos como: habilidades de comunicación, valoración física, entrevista médica, procedimientos clínicos y habilidades quirúrgicas básicas, todo esto en un contexto de seguridad legal y psicológica (Jabaay MJ; et al. 2020).
A los avances tecnológicos y la disponibilidad cada vez más enriquecida de simuladores de alta fidelidad (que incluyen sistemas computarizados, realidad virtual y realidad aumentada) se suman los avances pedagógicos principalmente enfocados en la reflexión metacognitiva a partir del aprendizaje experiencial. Esta es la práctica del “debriefing” por parte de los profesores entrenados, que consiste en orientar la discusión y análisis de una experiencia, evaluando e integrando las lecciones aprendidas en la cognición y la conciencia del participante, lo cual ha demostrado un incremento significativo en los resultados de aprendizaje (Gadner, R. 2013).
En el centro de simulación de Unisanitas (CMAPS) se ha venido recorriendo este camino con firmeza y claridad. Al día de hoy hemos logrado integrar los mayores avances tecnológicos, el sistema didáctico ABP con la formación avanzada de los docentes para ofrecer el mejor contexto instruccional y, desde ya, se han fijado metas ambiciosas en cuanto a la formación individualizada, la consideración de los estilos de aprendizaje y el desarrollo de competencias de autorregulación de los participantes; todo esto para optimizar los desenlaces en cuanto a resultados de aprendizaje.
“El CMAPS crece para tu beneficio”.
Jorge Martínez Bernal. MsC, PhD.
Director UME
Unisanitas
Bibliografía
Jabaay MJ, Marotta DA, Aita SL, Walker DB, Grcevich LO, Camba V, et al. Medical simulation-based learning outcomes in pre-clinical medical education. Cureus. (2020) 12:e11875. doi: 10.7759/cureus.11875
Wu Q, Wang Y, Lu L, Chen Y, Long H and Wang J (2022) Virtual Simulation in Undergraduate Medical Education: A Scoping Review of Recent Practice. Front. Med. 9:855403. doi: 10.3389/fmed.2022.855403
Gardner, R. (2013) Introduction to debriefing. 0146-0005/13/$. Elsevier Inc. All rights reserved. http://dx.doi.org/10.1053/j.semperi.2013.02.008
